De acuerdo a los relatos recogidos, la primera pasarela del Puelo en Primer Corral se habría construido en 1981, vale decir, unos 70 años después de llegados los primeros colonos de la zona entrados por Paso Puelo. No hay claridad si fue una iniciativa de la Municipalidad o de la gente. Aquí aparecen los nombres de Juan Vera de Segundo Corral, Efraín Soto, Osvaldo Barría de la Muni y Apolinario Olavarría como especialista en puentes y pasarelas y que, según Rodrigo Álvarez, dirigió la obra. Don Segundo Pinto dice haber trabajado en esta construcción como trabajador del PEM de la época. Trabajaron 8 personas, entre ellos 2 funcionarios municipales. Los trabajadores eran principalmente de la familia de don Segundo Cárdenas. Trabajaron dos de sus hermanos y un sobrino. El tablonaje, hecho en madera de ciprés fue vendido por el mismo don Segundo, quien además contaba con la única motosierra de la época en la zona, una 0.8 y con la cual se habrían cuadrado los tablones que hacen de piso de la pasarela. Con ciprés también se hicieron los cabezales de las torres que la sostienen. Las torres mismas al contrario fueron hechas con madera de coihue verde y cuadradas “a pulso”, como se dice en la jerga de la construcción. Los movimientos de los materiales en el sitio de la construcción se hicieron con los mismos tecles que se usaban para mover animales vacunos. El trabajo habría durado unos dos meses por lo menos. En un gran gesto comunitario –como suele ser en estos lugares apartados- los vecinos de Primer Corral, Ventisquero y Segundo Corral aportaron con mano de obra, materiales y comida para los trabajadores. Una reciente restauración se llevó a cabo en 2019 nuevamente con la colaboración de vecinos del sector.
La construcción de la pasarela vino a salvar en buena medida las dificultades de conectividad para la gente de la zona en épocas pasadas, quienes debían dar rodeos de horas y hasta días para desde Las Rosas, Primer Corral o Ventisquero alcanzar localidades como Llanada Grande por motivos de compra, trabajo o médicos. Su construcción supuso poner a prueba la gran capacidad ingenieril de los pobladores quienes compartiendo sus saberes y técnicas lograron el hito de la conectividad en la zona. Se trata igualmente de una actividad que simbólicamente pone en relieve y refuerza los lazos sociales de cooperación y reciprocidad característico de las economías campesinas tradicionales precapitalistas en donde a pulso, ingenio y voluntad se consiguen grandes obras.